viernes, 12 de octubre de 2007

¿Hay algo que celebrar en Chile?

Ando mal, no se que es, pero ando mal. No ando con pena, con síndrome de abstinencia, con falta de cariño. Ando emputecido con Chile. Ahogado, me cuesta respirar, sentir que la primavera ya llegó, que se vienen los días soleados y por lo tanto se tiene que ir a la playa, al campo. O por lo menos manguerearse en el patio y comer uvas y duraznos… tomar vino dentro de un melón. Y que los días son más largos y que oscurece más tarde, minutos antes de las noticias. Y una mañana como hoy, hace más de 50O años, Colón descubrió este continente. Y se lo regaló a la corona española, porque ellos se pusieron con el billete para la empresa. Y desde ese día todo cambió para nuestros indios, todos fueron obligados a convertirse al cristianismo. Al que no le gustó el asunto conoció la hoguera, la espada o el encierro. Y nos metieron miedo diciendo que el "Pulento" tenía un enorme infierno en el centro de la tierra, donde aún vive el "Cola de Flecha". Es más, dijeron que tiene un caldero familiar para cocinar a los infieles. Así que por aquella época nadie podía hacerse el weón con tremendo panorama. Algunos prefirieron cumplir con los 10 mandamientos y otros murieron luchando en pelotas, con pintura de guerra, plumas y lanzas. A los que sobrevivieron se les enseñó que existe un solo Dios y que sus creencias valían callampa. Que además son propiedad de un señor arriba de un caballo, por lo tanto podían ser cambiados por monedas o animales. Luego los mandaron a construir iglesias. Entonces la culpa se estableció entre nosotros. Por eso vamos a misa, a pedir por más salud, felicidad, trabajo y una iluminación celestial que nos indique cuales son los próximos números del Loto. Pero los españoles no pudieron dominarnos... ja-ja-ja!, no pudieron. Y el Bío-Bío fue nuestra frontera, ellos allá y nosotros acá. Y por fin llegó la paz, pero la tranquilidad duraría poco. Unos franchutes les cortaron las cabezas a sus reyes y la acción fue rápidamente imitada por todas las colonias americanas. ¡Independencia! se gritaba en las calles. Luego se formó el estado chileno y a ellos tampoco les gustaban los indios. No pagaban impuestos, no votaban, tenían demasiadas tierras productivas, no sabían escribir ni leer, no reconocían la autoridad y sus lanzas aún eran peligrosas. Así que mandaron un ejército para pacificar la Araucanía. Murieron miles. Se solucionó el problema. Queríamos ser un país moderno y algunos de ellos fueron reconocidos como chilenos, limamos asperezas y los educamos. Les enseñamos la canción nacional, a bailar cueca y jugar fútbol. Todos felices, tan felices que después los invitábamos a carretear a los malones, con harto copete y comida mierda. Los alcoholizamos hasta matarlos y aprovechamos también de hacer negocios juntos. Entonces los llevamos donde el notario del pueblo y los hicimos firmar la venta de sus terrenos por unos cuantos billetes. Y así fuimos arrinconándolos, quitándoles las posibilidades, obligándolos a vivir en la miseria, transformándolos en panaderos, mineros y obreros forestales. Nos burlamos de su falta de inteligencia, de su aspecto físico, de su tozudez. ¡Si total son unos indios culiaos! ...y el único que salva es Colo-Colo, porque fue campeón de América…

1 comentario:

Jano D. dijo...

Y DONDE DEJAI A LOS ABORIGENES AUSTRALIANOS, A LOS MAORIES, A LOS CHEYENES, CHEROOKES,SIOUX Y TODAS LAS TRIBUS NORTE AMERICANAS Y LAS TRIBUS DEL SUR DE AFRICA???...LA ABARICIA, EL PODER Y EL DOMINAR AL MAS DEBIL ES INHERENTE AL SER HUMANO...Y SOBRE TODO EL HOMBRE BLANCO.

SALUDOS.


PS: AHI VOY A SUBIR UN PAR DE DISCOS DE UNA.