jueves, 15 de mayo de 2008

Smashing Pumpkins - Siamese Dream (1993)

La etiqueta de Rock Alternativo en la década de los 90’s, fue el caballito de batalla para comercializar a una serie de estilos que no circunscribían, valga la redundancia, a un estilo definido dentro del rock. A esta premisa respondería los Smashing Pumpkins (1988), grupete oriundo de Chicago, que bajo el liderazgo de Billy Corgan se transformó en una de las bandas imperdibles de la década de los 90’s. Dentro de ese contexto, comentaré el Siamese Dream, segundo álbum del grupo. Para quienes no somos fanáticos de la tendencia noventera, resulta un poco difícil establecer ciertos parámetros, aun cuando sabemos que el llamado “Rock Alternativo” posee un sinfín de influencias que pueden gustar o definitivamente provocar rechazo. Pues bien, creo que Smashing Pumpkins, al menos en este disco, plantea un rock potente como eje de su sonido, presentando guitarras poderosas y sonidos estridentes, pero a la vez con contrastes melódicos e incluso por momentos, me atrevería a decir, oscuros & depresivos. Los hits indiscutidos son la rockera & rítmica, “Cherub Rock”; la guitarrera & contrastada, “Today” & la canción más sublime del disco, me refiero a “Disarm”: una hermosa composición acústica, ornamentada con violines & orquestación que le dan un cierto aire de melancolía reprimida (por lo menos eso es lo que percibo, ya que la letra de la canción no la conozco). Con respecto a los demás temas que componen este Siamese Dreams, debo indicar que “Rocket” ( parece que fue cuarto single), tiene mucha influencia de la psicoldelia setentera, al igual que “Geek U.S.A” & “Silverfuck”. Para relajar un poco más la venita están “Space Boy”, “Sweet Sweet” (mi preferida) & “Luna”, que cierra el periplo del disco. Para complementar, un dato sobre la grabación de este álbum. Corgan se quedó prendado del estratosférico Loveless de My Bloody Valentine y decidió que las guitarras de su nuevo disco (cuya grabación iba a ser encomendada de nuevo a Butch Vig, aunque bajo la atenta supervisión de él mismo) sonaran tan licuadas, etéreas y espaciales como las de Kevin Shields y los suyos. Y para hacerlo todo más a su gusto, decidió tocar el todos los instrumentos excepto la batería, ya que Jimmy Chamberlin siempre ha sido de su confianza. En los 90’s también salieron grandes baluartes del rock, de repente somos muy sesgados en no reconocer valor a las cosas que son relativamente nuevas & Smashing Pumpkins es una de ellas.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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