viernes, 15 de octubre de 2010

Naked City - Radio (1993)

Tiene que ser un drama horrendo perder el control de los actos y que tu cerebro opte por la autoeliminación. O encontrarse en una situación límite, sin nadie que pueda ayudarte, en donde está en juego tu vida, sin otras opciones más que la muerte biológica. El otro día conversábamos con unos amigotes sobre este tema, a propósito de una película de zombies en donde el protagonista se suicida antes de ser deborado por una jauría de putrefactos muertos vivientes. Llegando a la conclusión que nuestro "cerebrito" debe tener una especie de piloto automático. Algo así como un impulso natural, una especie de golpe de estado a la gobernabilidad personal en estas situaciones “especiales”. Que en algunos casos logra detener algunos impulsos nerviosos, del dolor principalmente, y en otras circunstancias azarosas prende algo más oscuro, asociado al miedo, la desesperación y la angustia. Hace unas semanas mi gato se enfermó muy grave y me buscó insistentemente para que hiciera algo por él. Algo de “aquello inexplicable” deben entender los animales también. Quizás para ellos somos unos mamíferos sin pelo que en algunas ocasiones “hacemos milagros”. Salvamos algunas vidas gatunas. Lo extraño es que como seres humanos muchas veces somos capaces de ayudar, pero también de olvidar o no querer percibir el dolor del otro. Hay situaciones en donde nos pasamos por el culo a nuestra propia especie y ponemos por delante “el sucio dinero” para optar a ese "posible milagro": atención médica, alimento, igualdad, trabajo, dignidad, justicia, etc. Es ahí cuando me pregunto de que mierda sirven los gobiernos y sus prioridades sociales. Toda esa mierda de política que más parece ciencia ficción. Quedan, en algunos pocos miembros de nuestra especie, algo de humanidad y también queda en nosotros algo de espiritualidad o para aquellos difíciles momentos. Mi gato debe pensar que vive en el paraíso felino-socialista y sus colegas del techo en una dictadura perruna, quizás por eso me rompen las bolsas donde guardo la basura y han asesinado a algunas aves que he criado. Pero los entiendo, es su instinto. Naked City es uno de los proyectos de John Zorn, saxofonista extremo que siente el jazz de manera intensa, quien además logra que todos los miembros de su banda pierdan el control y se desquicien. Todo lo anterior en el ambiente controlado del estudio. Fusionan lo inimaginable, diferentes estilos y ritmos con una alineación de lujo. No esta el señor M.Patton en los vocales, pero está el desquiciado Yamatsuka Eye (Boredoms). En la guitarra el inigualable Bill Frisell ; en bajo, repito en bajo, Fred Frith (Massacre); teclados por Wayne Horvitz (Ponga) y en la batería Joey Baron. Compartan su música y no pirateen.

2 comentarios:

Josue dijo...

Exelente disco, me gusto mucho, gracias por compartir, saludos desde México, buen blog el de usted.

Unknown dijo...

compadre! puede subir el link de nuevo porfa? se agradece el material , excelente espacio , saludos!