martes, 8 de abril de 2008

Paradise Lost-In Requiem (2007)

El otoño y la falta de luz natural están provocando algunos imperceptibles cambios físicos y químicos en nuestros cuerpos. El Guarencito propone acelerar estos procesos escuchando uno de los grandes discos del año pasado: “In Requiem”, de los ingleses Paradise Lost. Resulta que estos fulanos venían de capa caída con sus experimentaciones con la electrónica… bueno, más que con la electrónica , diría yo, con el descarado plagio a Depeche Mode en “Host” (1999) y con los fallidos experimentos industriales en “Symbol of Light” (2002). Bueno, entremedio hubo un LP bien “chimichurri” y asqueroso: “Belive in Nothing” (2001). Cercano al Gothic Metal más popero, es el trabajo que más desprecio de los de Halifax. Es extraño, pero a pesar de haber escuchado todos los discos malos de Paraidise Lost, igual tengo mis canciones favoritas en cada uno de esos miserables álbumes. Así es, ¡yo les tengo cualquier fe a estos cabros! Y a pesar del descarado fraseo a lo James Hetfiled (Metallica) en “Icon” (1993) y “Draconian Times” (1995), sigo creyendo que estos tipos son una banda de putamadre. Si pues señor, su música logra describir muy bien la derrota, la melancolía, la desesperanza y la oscura sensación que provoca un mundo sin el favor de Dios. Para mi su mejor periodo es el del 93 al 97, año en que “One Second” la rompía en Chile y Europa . Volvieron a ver la luz con “Paradise Lost” en el 2005 y al año pasado se mandaron un tremendo acierto con “In Requiem”. El álbum, el cual alude a la liturgia o ruego por las almas de los difuntos, genera esa sensación que provocan los discos entrañables. Su inicio es demoledor y su continuación no defrauda. Al final de la escucha quien tase “In Requiem” sacará cuentas positivas para su lastimosa alma. Lo más destacado para mi es el trabajo de Greg Mackintosh, sus riffs pegan en el “zoronca” de una. . Igual tengo que decirlo, no se escuchan las 4 cuerdas, no suena el bajo. Pero es lo de menos, porque es un disco de guitarras y ambientes (Uffff... violines y otras cuerdas ). Por otra parte, la maldita tecnología - teclados y sintetizadores - logra generar esos ambientes especiales que requiere un buen disco de Doom Gothic. Ahí se percibirá la oscuridad oculta en cada una de las composiciones. El acompañamiento con dobles bombos en algunos pasajes de Jeff Singer deja un buen gusto en el paladar del metalero, además que se lanza con toda la carne a la parrila en “Prelude to Decent”, tema con gustillo a Alice In Chains, la canción con mas caña de Paradise Lost. El trabajo vocal es excelente, algunas voces superpuestas se confunden con los teclados y los coros de las ninfas vikingas te paran los pelos de los brazos. Eso sería cabros, descubran este grán álbum, no hay desperdicio en su canciones. Disfruten con los amigos o con su novia un poco de música invernal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"estos fulanos venían de capa caída con sus experimentaciones con la electrónica…"

hombre, no es por nada, pero les ha ido de puta madre